El sanguinario pirata Barbarroja no recordaba que tenía un hijo hasta que un buen día aparece el pequeño Lucas dispuesto a pasar las vacaciones con él. Barbarroja no sabe para qué sirve un hijo ni qué son las vacaciones. Lo que sí sabe es cómo convertir a un renacuajo relamido y cursi en un pirata de pies a cabeza. ¿Cómo se las apañará Barbarroja?