La alta montaña no es sólo un mundo de paisajes bellísimos y cimas prestigiosas, sino también un lugar inhóspito para el ser humano. El terreno escarpado e inestable favorece los traumatismos, y el frío, el viento y la radiación solar pueden causar enfermedades. Sin embargo, muchos montañeros no son realmente conscientes de otro peligro más sutil: la hipoxia o falta de oxígeno. Este libro trata de los problemas relacionados con la hipoxia de la altitud. El mal de altura no acostumbra a ser grave, pero los edemas cerebral y pulmonar de la altitud pueden causar la muerte en cuestión de horas, a gran altitud son más frecuentes las hemorragias retinianas y los fenómenos tromboembólicos, la permanencia prolongada en alturas extremas produce alteraciones musculares, circulatorias y psíquicas que dificultan la lucha por la supervivencia. Por todo ello el montañero que se mueve a gran altitud debe aprender a reconocer estos síntomas y su tratamiento, o aún mejor, la manera de prevenir o minimizar los riesgos derivados del mal de altura. El libro está escrito de modo divulgativo y contiene también un capítulo sobre estrategias de aclimatación con recomendaciones prácticas muy útiles para los montañeros. Sin duda, un manual imprescindible en tu biblioteca."