* El manga experimenta un éxito indiscutible en todo el mundo. Es fruto de una larga tradición artística y tiene sus raíces en la pintura del siglo vii. Abarca desde las escenas cómicas que ilustran biombos y rollos pintados hasta los demonios que habitan los relatos de Mizuki Shigeru, de Manga de Hokusai hasta Tezuka Osamu, considerado «el dios del manga moderno», del nacimiento de los gekiga en la década de 1950 hasta One Piece o Demon Slayer. Una obra que aborda una forma de expresión extraordinariamente viva en toda su riqueza y diversidad, desde sus orígenes hasta nuestros días. El manga despierta pasiones entre un público cada vez más amplio de todo el mundo. En Japón forma parte de la vida cotidiana; ya sean lúdicos o pedagógicos, hay mangas para todos los gustos. Pero, ¿a qué se debe semejante éxito? ¿Qué los hace tan distintos de los cómics europeos, estadounidenses u otros para ejercer tal magnetismo? Aunque, al mismo tiempo, no se puede negar la profunda influencia que estos últimos ejercieron sobre el manga a lo largo del siglo XX. ¿Cuándo y cómo nació el manga? ¿Cuál es el origen del término manga y qué significa? Las respuestas a todas estas preguntas se encuentran en la cultura ancestral de Japón, cuyas representaciones artísticas siempre han estado impregnadas de humor. Desde las caricaturas más antiguas, pasando por los rollos ilustrados y las estampas de brocado, parece que a lo largo de los siglos han existido profundas similitudes pictóricas, hasta el nacimiento del cómic moderno y del manga tal como lo conocemos hoy.