En-carnar. Hacer carne. Representar. Personificar. Meterse dentro del cuerpo de otra entidad. Encarnar un pasado de mito y leyenda que vuelve para asediarnos en estas nuevas genealogías y versiones. Aquí, las revenants, las caníbales, las vampiras, las cíborgs, las sirenas, los genios orientales, los aliens biomórficos y los monstruos del fin del mundo conviven con el nuevo gótico latinoamericano y otras manifestaciones de la ficción y del arte contemporáneos de otras latitudes. Y lo realizan en un sugestivo diálogo con varios de los principios de los poshumanismos y los estudios decoloniales.
A diferencia de Perseo, que usó la cabeza de Medusa como escudo, queremos experimentar su constante mutación, su energía subterránea: encarnar la cosmogonía ctónica de la Gorgona, enterrada en las catacumbas de la imaginación. Entre la ficción y la teoría, esperamos que desde la oscuridad nos siga sonriendo en vez de convertirnos en piedra. Y que aliente la concepción mutante de otros horizontes, otras genealogías, otras mitologías que ejecuten una fuga hacia el futuro, hacia una nueva imaginación especulativa.