En la época actual, en la que Internet y las nuevas tecnologías han acortado notablemente las distancias y nos permiten estar más fácilmente en comunicación con quien vive lejos o tener más «amigos» y hasta «seguidores», ¿cuánto influye el contacto directo con otras personas en nuestras existencias? A través de experiencias reales e investigaciones científicas, este apasionante libro muestra cómo lo que de verdad mejora nuestra vida son los lazos reales, el contacto cara a cara y el pertenecer a una red social, no online, sino física. Investigando una aldea remota de Cerdeña, habitada por hombres centenarios, hasta las escuelas, los hospitales, los lugares de trabajo o el propio hogar, la psicóloga canadiense Susan Pinker, autora del controvertido La paradoja sexual, demuestra que para vivir más y mejor o ser más feliz es necesario dedicar tiempo al contacto social real y que, como dice Teresa Giménez Barbat en el prólogo, «ser negligente en construir una red de afectos es al menos tan peligroso para la salud como fumar un paquete de cigarros al día, la hipertensión o la obesidad».