Los entusiastas de Chesterton formamos una alegre cofradía en la cual pueden convivir felizmente tirios y troyanos. Tan sólo están excluidos de ella los puritanos, los fanáticos, los ceñudos y los amargados, porque Chesterton amaba la vida y quien no ama la vida nunca lo podrá entender, ni a él ni sus libros. Tras los éxitos de sus libros anteriores (Breve tratado sobre la estupidez humana y Breve tratado sobre la felicidad), Ricardo Moreno Castillo intenta reproducir en este ensayo algunas de las polémicas y conversaciones que ha mantenido, a lo largo de los años, con el escritor británico a través de la lectura atenta de sus innumerables libros.